¡Primer viaje del año!
Ayer mi familia y yo nos lanzamos a la aventura. Como ya es tradición, siempre visitamos algún lugar de México el primer día de año nuevo y, aunque hoy es 2 de enero, no impidió que visitáramos 3 pueblos, dos de ellos mágicos y con muchos paisajes que ver; pues como saben, yo soy fan del paisajismo y quiero compartirlo con ustedes, a manera de anécdota y también como recomendación, pues como turismóloga, es mi responsabilidad y o-bli-ga-ción promocionar mi querido México.
Desayunando en Alfajayucan.
Apenas el sol despuntó y el camino ya esperaba. El plan era desayunar el Alfajayucan, donde hacen pancita de res ¡deli'! Ya sé, a muchos no les gustan pero a mí me encantan y comí taquitos hasta saciar. Después del desayuno, caminando por la placita del pueblo encontré un pequeño puesto de estambre, ya saben que amo tejer y que mi changarrito es de knitwear y accesorios (un Like, please! >> À Cause Des Garçons), así que no pude evitar y me compré un estambre matizado rosa con amarillo en todos pastel, ¡pura ternura! Ya luego les muestro el diseño que haré con él. El pueblo es muy pequeño, pero no por eso menos lindo; les recomiendo visitar la Iglesia que, aunque es encilla tiene su encanto, además que yo tengo una enorme debilidad por las edificaciones antiguas, sobre todo las coloniales y las porfirianas; también existen dos presas donde puedes descansar y comer pescado que ahí mismo se cría. Después dedicaré un post a éste pueblito para que lo conozcan un poco más.
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| Portales del Centro |
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| !Pancita! |
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| Arbol frondoso en la Plaza Principal |
Después de desayunar y de tratar de conectarme sin éxito alguno a la red inalámbrica del pueblo para subir algunas fotitos a Facebook, seguimos el camino; pero hicimos una pequeña parada en la presa "Vicente Aguirre". El paisaje es muy bonito, además de que hay pelícanos y patos silvestres nadando en el agua, algo que me pareció un poco raro porque siempre pensé que los pelícanos eran aves del mar. Los locatarios del lugar han hecho una sociedad por cooperación y se dedican a criar pescado para venta, tienen sus lanchas, redes y una zona para descansar. Luego de que mis papás compraran pescado, seguimos el camino...
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| Pequeño muelle flotante |
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| Como pintura de Dalí |
Tecozautla. Pueblo Mágico.
Tomamos la carretera Huichapan-Ixmiquilpan y, después de desviarnos en un entronque llamado San José Atlán-Las Rosas, a media hora aproximadamente ya estábamos en Tecozautla. Lo amé, es un lugar muy bonito, la arquitectura del Centro Histórico es mayormente colonial y yo me sentía flotar en las nubes. Caminé por el parque y el Reloj Monumental que, aunque no encontré algún panel de información del sitio como es típico en los lugares turísticos financiados por la SECTUR, supuse que el monumento data de la época porfiriana, por el águila típica del escudo mexicano de aquellos entonces; edificios con fachadas con grandes portales y el ex-convento franciscano dedicado a Santiago Apostol dominan el paisaje y, aunque ésta última data del 1690-1700, años del barroco en México, la fachada es muy sencilla al igual que el retablo del Atrio que no muestra tanto ostentismo caprichoso como el barroco en general. A pesar de estar en el mes de enero (el mes más frío del año) y que éste invierno ha sido particularmente más caluroso de lo normal; sentía como aquellos calores de abril en mi pueblo, de aquellos que te queman la piel y que hacen ver a la sombra como un verdadero oasis de frescura.
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| Reloj Monumental |
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| La Piedad, Impresionante mural en loza. |
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| Fachada del ex-convento sanfranciscano de Santiago Apostol |
Luego de tomar las fotitos que aquí muestro, seguimos hacia el geiser, motivo geológico que le debe tanta particularidad turística al municipio, pues es su principal atractivo junto con los balnearios de aguas termales volcánicas y que; no es por presumir, pero Tecozautla y todo el Corredor de Balnearios de Hidalgo le deben su agua volcánica directa e indirectamente a Cerro del Xicuco que esta ubicado en mi pueblo Tezontepec de Aldama y del que, hablaré también después, ya que por su historia e importancia natural, histórica y cultural, merece una mención honorable en mi blog.
Dejando atrás ése pequeño divague de promoción turística, manejamos al norte con rumbo a tal capricho natural ubicado entre pastizales secos típicos del Valle del Mezquital y montañas llenas de cactáceas. Ahí, al fondo, está ubicado el balneario, un oasis termal en medio del desierto. La vista desde las alturas es impresionante y además permite un conjunto de 4 tirolesas y un puente colgante que van de cerro a cerro y que no es apto para acrofóbicos. Después de evidenciar nuestro paso por el lugar con las típicas fotos pa'l feis, nos lanzamos a Huichapan.
Huichapan. Verdadera Cuna de la Independencia de México.
Tecozautla significa en náhuatl: "Lugar de la piedra amarilla" y de verdad que le hace honor a su nombre, pues en la carretera hacia Huichapan, hay varias minas donde extraen cantera y demás piedras para la construcción, ademas de incontables negocios donde venden la piedra para construcción, decoración e infinitas artesanías.
El calor era impresionante pero Huichapan lo vale, era como El Dorado al final de la expedición ¡una maravilla! Además que tiene un mega-plus: ¡charros guapos!, eso lo hace doblemente maravilloso.
Luego de ser una ranchería, Huichapan ha sabido explotar su papel histórico y no tiene mucho que fue nombrado Pueblo Mágico de México, categoría que otorga y financia la SECTUR a lugares con un numero de población relativamente pequeño y que poseen alguna cualidad particular ya sea cultural o histórica que atraiga turismo y lo mantenga de una manera sustentable y sostenible.
Ahora bien, se preguntarán - ¿Por qué digo que es la verdadera cuna de la Independencia de México? - Los dejaré con la intriga para contárselos en otro post... Soy mala, lo sé. El encanto del lugar, aparte de la imagen de pueblo colonial, es ése papel histórico que les contaré después. También tiene edificios con grandes portales, un parque con muchos árboles que te salvan del calor y callejonear por el Centro Histórico es entretenido, siempre hay algo nuevo qué ver, qué comprar, qué disfrutar.
Ya son tres veces con esta que visito Huichapan y, para mi mala suerte, siempre encuentro cerrado el ex-convento, una construcción que en verdad impone y que es, sin duda, una bella joya del arte colonial mexicano; parece que también es barroco por la torre de la fachada principal y la cruz atrial, aunque sencillo en el resto de la fachada como todas la edificaciones franciscanas, la edificación está dedicado a San Mateo Apostol y es enorme.
Después de comer delicioso en una fondita del lugar, era hora de buscar algo que ampliara mi colección de artesanías mexicanas; aunque en Tecozautla no pude encontrar algo que me gustara, era en Huichapan el lugar que parecía ya estar destinado ser representado en mi colección por algo bonito. Chachareé por los puestitos, había muchos artículos de piel como cintos, carteras y demás accesorios con temas charros, pero yo soy fan de los charros, no de sus accesorios; finalmente encontré una mesita pequeña donde una señora, muy amable, vendía sus artesanías; había muchas cosas muy bonitas, pero yo no llevaba dinero (saben que el problema con mi banco aún no termina y me limita mis recursos), pero lo bonito no necesariamente debe ser caro, en aquel puestecillo encontré un lindo cofrecito de madera decorado con tela y pintado con una tintura rosada oscura que le dan un aspecto muy vintage pero sin perder ésa cualidad pinky, como a mí me gusta.
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| Kiosco en el Parque Central |
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| Ex-convento de San Mateo |
El regreso a casa fue cansado, pero premiante... El cielo totalmente azul, despejado, un sol dorado que contagiaba su color a los pastizales secos del valle y que, sin duda, fue el regalo de Año Nuevo que enmarcó mi gusto por los paisajes en éste viaje.
Como siempre, confirmo que, aunque la acción de viajar puede implicar un cansancio físico, sin duda que con cada viaje, el espíritu crece, descansa y se reconforta.
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