L'Imperatore Y El Piccolo Principe [Parte 4]



La Invasión del Imperio Ruso al Imperio Romano


El Emperador mantuvo al Principe en cautiverio, sin embargo le dio cierta libertad que el Principe se fue ganando poco a poco al pasar del tiempo. El Principe era feliz al lado del Emperador ya que estaba enamorado de él; por otra parte, estaba preocupado por que las Hadas no habían dado señales del rescate aunque tenía la corazonada de qué podría ser parte de la estrategia de las Hadas pero… tenía el temor de que, el plan fuera cada vez más intenso; bien sabía que después del secuestro del Hada Mater, a él no lo podían perder, no se lo perdonarían. A pesar de la frialdad innata y los malos tratos que Marco Antonio tenía para-con Paristtney, el Pequeño Principe seguía empeñado en ablandar el corazón del Emperador y conquistarlo , Marco Antonio tampoco podía evitar sentir algo por el Príncipe ya que éste era el único que podía robarle una sonrisa entre tantos problemas y amarguras que rondaban en todo su ya caótico imperio, sin embargo, el Emperador no lo podía aceptar, a veces sentía flaquear pero no, su corazón de hierro se negaba rotundamente.

Mientras tanto, en el Pais de las Hadas seguía la planeación del rescate del Principe, pero frecuentemente un grupo de libélulas viajaba a la tierra para estudiar cada uno de los movimientos del Imperio y así hacer un rescate perfecto, de hecho estaban planeando la misma estrategia que el Emperador utilizó para el secuestro del Príncipe y las Hadas sabían que no podían fallar.

Una noche de Luna Llena, el Principe salió al balcón a hablar con su mayor consejera, la Luna: el Principe estaba triste por el Emperador y sus problemas, sumando a su tristeza el rechazo intermitente del Emperador hacia él así que necesitaba desahogarse; cuando el Príncipe acababa de pronunciar la frase mágica “Querida Luna…”, pequeños destellos de luz interrumpieron el momento, eran como partículas de polvo de oro esparcidas en el ambiente y que flotaban alrededor de Paristtney, luego se unieron para formar la silueta de una persona, era un Hada Madrina. -¿Pero qué haces aquí? ¿Por qué tardaron tanto?- El Hada le respondió -No tengo mucho tiempo, es Luna Llena, cási media noche, vengo sola y las Brujas del Oeste estan a punto de salir… Mañana, al crepúsculo, el Gran Imperio Ruso atacará al Imperio Romano, El Hada a cargo de la Zarina la ha aconsejado entre sueños para comenzar esta batalla; así que la Gran Zarina ya se ha enterado de la tiranía con la que Marco Antonio impera el suyo y ella no permitirá que el Tirano siga de pie…- Pero Paristtney, asustado, interrumpió argumentando de que no era Marco Antonio el causante de tal desgracia, sino las inícuas de sus hermanas quienes, movidas por su ambición, despotismo y tiranía, causan semejantes estragos -Sí, lo sé- Continuó el Hada -Pero él no entiende así, él no se da cuenta de nada, su corazón y su alto ego lo cegan y no lo dejan darse cuenta de la realidad de las cosas así que necesita de alguien quien le dé una muy buena lección; será una guerra dura y… El Emperador perderá gran parte de su territorio… El Miratto lo predijo todo… la Zarina vencerá...- El Pequeño Principe no pudo más y cayó en pánico, preocupado por Marco Antonio -…Y ése será tu turno para escapar, todas las Musas de nuestro País, Diosas de la insipración, pelearán al lado del ejército de la Zarina, sin que ellos se den cuenta, les darán toda la inspiración necesaria para pelear y vencer, entonces, mientras todos esten combatiendo, un grupo de Libélulas y Mariposas Guerreras vendrán a rescatarte, te guiarán hasta el norte, hasta el Imperio de la Zarina donde estarás a salvo, ahí, iremos por ti. Allá no hay maldad como aquí, allá las Brujas del Oeste no imperan, allá será más fácil rescatarte - El Príncipe se quedó callado. -Es tiempo de irme… cuídate mucho y, por favor, sabemos cuánto estas enamorado del Emperador, así que no se te ocurra decirle alguna palabra de lo que sucederá mañana o si no, no podremos hacer nada y habremos ocasionado una guerra sin motivo alguno- Con un “descuida” el Príncipe se despidió del Hada y ésta desapareció dejando un destello brillante en el ambiente que en instantes desapareció.

Paristtney se fue a la cama preocupado, no pudo dormir, varias veces estuvo a punto de levantarse, correr y advertirle al Emperador sobre dicho suceso para así salvar a su Imperio y no ocasionarle un gran dolor, pero no, se contuvo con todas sus fuerzas de cometer una locura.

Al otro día, Paristtney despertó como siempre, el día hermoso, soleado, las aves cantaban como nunca y, sobre su cama, al pie de la misma, estaba una rosa tán roja como el carmín, hermosa y, con ella, una nota que decía “bonne giorno, bacio forte!” El Principe se quedó callado y pensó -¿Por qué precisamente hoy se porta así conmigo? ¿Acaso sabrá lo que sucederá y quiere doblegarme? ¡Osh! ¿Por qué es tán dificil ser yo?- Se levantó de su cama, desayunó y salió a dar un paseo y, en una tienda de mascotas se detuvo, miró a los animales y entró… -Tú me acompañarás en esto, tú me darás el valor que necesito… no quiero estar solo- Y compró un gatito negro a quien nombró “Tsukino… Luz de Luna”. Ya con Tsukino en brazos, se dirigió a Via MonteNapoleone a comprarle accesorios… LV, Cartier, Prada, Gucci, Versace y demás. El Principe necesitaba distraerse, mientras caminaba por esas calles hermosas, llenas de tiendas, gente, belleza sin igual, con el esplendor de un gran Imperio impregnado hasta en el arie, el Principe pensaba en lo que iba a suceder después del crepúsculo, no podía imaginar que todo el esplendor de Milano estuviera en juego en ése momento, veía a la gente trabajar, alegres, contentas, aún entre tantos conflictos, al menos en Milano la gente vivía bien, se sentía bien y se notaba; los Milaneses ni siquiera tenían en sus pensamientos la idea de que una gran guerra se venía sobre ellos y que, lamentablemente iban a resultar perdedores. El Principe se detuvo en un café en Piazza San Babila y, con Tsukino como su nuevo amigo, tomaron un frappé con galleta y un pay de queso con fresas, el favorito del Principe y se relajaron.

El aire fresco soplaba por las calles de Milano en ésa tarde calurosa de verano, algunos niños corrían por aquel andador y otros jugaban a mojarse con el agua de la fuente, El principe leía la última edición de su revista favorita “Vogue” mientras Tsukino tomaba una siesta en su LV petbag, los lentes de sol Gucci del Príncipe estaban sobre su libro de Paulo Cohelo en la mesa que ellos estaban ocupando, de repente y sin ningún motivo aparente los lentes calleron al suelo, el Principe, sin hacer mucho caso, se levantó a recogerlos pero cuando estaba a punto de levantarlos del suelo sintió que la tierra se movía y pensó que era un pequeño temblor de tierra, sin embargo, cuando levantó la mirada se dio cuenta de que la gente en las calles estaba pasmada… lo que sucedía no era un pequeño sismo sino… el estruendo del ejército de caballos acercándose al centro de Milano, la gente comenzó a estremecerse y nadie tenía la menor idea de lo que estaba sucediendo; tres cuadras al norte de Piazza San Babila, sobre Vía Manzoni, la Real Caballería del Imperio cabalgaba buscando un lugar estratégico para proteger a los Milaneses y defender su ciudad Capital. El Príncipe, tratando de ocultar el miedo que sentía, pidió la cuenta y comenzó a recoger sus cosas; justo en el momento de partir, escuchó un caballo dirigirse hacia él, Paristtney volteó hacia atrás y de un tajo, Marco Antonio tomó al Príncipe en sus brazos y lo llevó directo a su Palacio -¿Qué es eso?- Preguntó Marco Antonio, Paristtney le dijo que era su nueva mascota, Tsukino; -¿Sabías que los gatos negros son de mala suerte?- Preguntó Marco Antonio pero Paristtney le dijo -Eso es lo que todos los humanos creen, pero no es cierto, la mala suerte es la respuesta a sus malos pensamientos y falsas creencias dentro de sus tontos cerebros, ustedes mismos se la crean, un animal como éste, tán indefenso no puede causar daño a nadie, mucho menos un daño como ése, de representar la maldad- Marco Antonio continuó -La ambiciosa Zarina del Imperio Ruso lanzó un ataque contra nosotros, ha traspasado nuestra frontera del norte y no se detendrá hasta llegar a Milano, lo que significa nuestra derrota… Nuestro ejército esta luchando valientemente y hasta ahora ha logrado mantener la batalla pero no sé por cuánto tiempo más, los rusos son zagaces…-

Entraron al Palacio. El Emperador llevó a Paristtney a una colina en la parte trasera del Castillo y lo encerró en una habitación escondida -Aquí quiero que te quedes tú y tu gato- Continuó Marco Antonio -En este lugar nadie los encontrará, cuando todo esto termine yo regresaré por ti, victorioso o no, te sacaré de aquí… bueno, los sacaré; esta torre esta camuflageada entre barrancas y bosques… nadie la encontrará, es como un pequeño castillo dentro de una montaña; dí la orden de traer a la servidumbre aquí también, ellos estarán a tu servicio durante todo este tiempo, hoy en la noche vendré a verte, daré 3 golpes a ésa ventana del fondo y seré yo, ahora me voy… este… te… te q… te q… te… cuidas mucho…- Y el Emperador salió corriendo un poco sonrojado pero en 5 segundos regresó a la habitación donde estaba el Príncipe y le dio un beso en los labios, tán apasionado que el Príncipe apenas y podía respirar; Marco Antonio le dijo -Excusa, Piccolo Principe… me he portado muy mal todo este tiempo y he ocultado todo este tiempo mis ganas de decirte cuánto te quiero, cuán enamorado estoy de ti… ti voglio bene, Piccolo Principe… ti amo!- El Príncipe se quedó sin palabras… Ambos se miraron a los ojos y el Emperador partió pero Paristtney le pidió que regresara -¡Marco Antonio! ¡Espera! tengo algo que decirte… Yo ya sabía de todo esto, ayer vino un Hada y…- Pero el Emperador, enfurecido del coraje, lo interrumpió y le preguntó por qué no le dijo nada, así al menos hubieran estado preparados y hubieran creado estrategias para soportar el ataque, pero el Príncipe no pudo dar explicación alguna, llorando… no dijo nada, se quedó callado -¡Maldita seaa! Y pensar que todo este tiempo que estuviste aquí sólo fue para derrocarme, ¡te odio! Y yo que llegué a creer que en verdad me amabas… ahora me doy cuenta que no, que nunca fue así… ¡Qué tonto he sido al caer en tu estúpido juego! pero ahora pagaras las consecuencias- Y justo cuando Paristtney tuvo el valor de interrumpirlo, con lágrimas en los ojos, pidiéndole una oportunidad para explicarle todo, Marco Antonio lo detuvo de un golpe en la cara que dejó a Paristtney inconsciente y tirado en el suelo.

[ … ]

-¡Hey! … ¡Niño! … ¡Despierta! … ¡es hora de irnos!- Le decía una Libélula al Príncipe mientras le daba pequeños golpes en la mejilla y en el hombro para despertarlo. Paristtney despertó y preguntó dónde estaba mientras que al mismo tiempo una Mariposa Guerrera abría un hueco en la pared con sus trucos mágicos -Después de que le confesaste todo al Emperador- Dijo la Libélula -él te dejó inconsciente, tirado en el suelo y te trajo a este calabozo… él esta muy molesto- Y entonces la Mariposa Guerrera añadió -Y ahora tendrás que darle una muy buena explicación al Consejo de Gnomos y Elfos del Reino… ellos también estan muy molestos… ¡por poco y te perdemos! pero vámonos, ya cási no hay tiempo, es cási hora en la que se supone que Marco Antonio regresará a…- Y en ése momento Marco Antonio entró a la habitación, las Guerreras tomaron rápido a Paristtney quien estaba pasmado de ver a Marco Antonio y entonces emprendieron el vuelo; el Emperador, sin perder el tiempo, llamó a su ejército aereo para ir en busca de “unos seres voladores que habían secuestrado al Principe”, entonces los mejores aviones y pilotos salieron en la búsqueda y cuando los hallaron, comenzaron a disparles a quemarropa pero las Guerreras hacían lo posible por esquivar los ataques mientras cubrían al Príncipe con sus alas de sobra, pero no era suficiente… el primer acierto por parte del Ejército Romano fue darle a la Libélula, quien protegía al Principe, en ése momento el Príncipe cayó al vacío pero la Mariposa lo tomó y ellos siguieron su camino, el Principe gritaba por la Libélula y pidió a la Mariposa que se comunicara con las Hadas para que llegaran a su rescate pero la Mariposa le respondió de que era inútil hasta llegar a Rusia. Siguieron volando, la Mariposa Guerrera hacía lo posible para esquivar los ataques del Ejército Romano; después de un momento, el Ejército Ruso se unió a la batalla aliándose equívocamente a las Hadas ya que pensaban que estaban contraatacando debido a la cercanía que estaban de los, hasta entonces, límites con el Imperio Ruso, así que, un avión de la Armada Rusa pudo derribar a uno del ejército Romano y en el momento en el que el avión Romano se ardía en el suelo, la otra nave restante pudo acertar el tiro en contra de la Mariposa justo antes de llegar a los límites rusos y entonces retirarse, pero la Mariposa Guerrera no se rindió y pudo acercar al Príncipe a las afueras de la ciudad de Moscú, luego calleron al suelo. La Mariposa Guerrera pudo esquivar milagrosamente la caída pero yacía en el suelo mal herida, el Principe llorando inconsolable, asustado, impactado, temeroso y lleno de pánico por lo que sucedía, gritaba por ayuda en medio de un bosque en los límites de la ciudad Moscovita pero nadie lo escuchó. Ya pasaba de la media noche y la Mariposa ya había muerto, el Principe cayó rendido junto a la LV petbag de Tsukino y los restos de la Mariposa que en ése momento no eran más que polvo de oro esperando por el día y así subir al Pais de las Hadas por medio de los rayos de luz del sol y entonces… reencarnar.

Para ése momento, Milano y todo el Imperio Romano caían en manos del Imperio Ruso. Marco Antonio estaba deshecho por dentro y derrotado por fuera. Sus hermanas se lamentaban y culpaban al Emperador, como siempre… el caos personal del Emperador apenas comenzaba.

En Milano, después de la batalla… un suspiro de amor salía de entre tanta pena y miseria …

-Ma questo… Ti Amo-


CONVERSATION

2 Opiniones:

Anónimo dijo...

WOW!!!impactante la furia del patético Imperador sobre el consumismo y el goce del Piccolo Principe!

sabías que la ambición de la Zarina era... asaltar la boutique Dior de Via Monte Sabotino? - ah mi piace tanto- anche mangiar panzerotti de Luini!!!

como sea... hasta que el Imperio se puso las pilas para rescatar al aliado incondicional.

me encanta mil la historia - aunque ya salió la parte más fashion- LV, Gucci, etc. -


Большое спасибо из-за дружбы и из-за того, что атакует вместе сражения жизни. (Muchas gracias por la amistad y por combatir juntos las batallas de la vida).

Тебя обожал маленький Принц ))))))
(Te adoro Piccolo Príncipe)

Империальменте ла Царина
(Imperialmente... la Zarina)

LARGA VIDA A NUESTRA AMISTAD!

Anónimo dijo...

perdón... Dije Vía Sabotino y esa era mi dirección en Milano, La boutique Dior esta en Via Monte Napoleone a dos cuadras de San Babio - sorry por la equivocación-... después de 2 años soy presa fácil he comenzado a olvidarme de Milano :((((

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